El 12 de junio ha sido declarado determinado como el Día internacional Contra el Trabajo Infantil. En nuestro país se revelan cifras alarmantes, Según la OIT cerca de 2 millones de niños, entre 5 y 17 años, abandonan el desarrollo de su niñez, cambiando juegos por instrumentos de trabajo y ejerciendo tareas para ayudar a solventar gastos de su familia.
Este panorama es visible en nuestro país, tanto en las zonas urbanas, rurales y marginales, y dentro de ellos trae a colación la explotación infantil.
Según fuentes del INEI, 28 de cada 100 niños trabajan para sobrevivir, el Estado frente a esta problemática, cumple un rol pasivo, puesto que existen organizaciones de fachadas, como las ONG “Cáritas”, que con el pretexto de brindar ayudan social, se aprovechan de las donaciones que reciben de otras instituciones, como alimentos y leche para los niños, para lucro de ellos mismos para lo cual el gobierno debería adoptar medidas que ayuden a encaminar el buen uso de dichos recursos, realizando supervisiones constantes.
En el último mes La Agencia Andina planteó que, dentro de las causas más comunes del trabajo infantil, es la ruptura familiar. Si bien es cierto esto forma parte de otro problema. Por ello urge la necesidad de crear programas de atención integral que protejan tanto al niño como a la familia de escasos recursos.
La ministra de la Mujer ,Nidia Vílchez, en la campaña contra el trabajo infantil realizado el ultimo 11 de Junio, mencionó que existen programas de apoyo social como el Programa Educadores de la calle, Juntos, Construyendo Perú, y que se está trabajando para sensibilizar al país en pro de esta lucha, y así disminuir los altos índices de trabajo infantil.
Siempre decimos que los niños son el futuro de nuestro país, primero empezando por respetar el derecho de los niños, segundo aplicando sanciones drásticas para aquellos que abusen de los menores, como quitar la patria potestad del hijo, y por ultimo aseguremos que los niños reciban educación oportuna y con calidad.
No borremos la sonrisa de los niños haciéndoles trabajar.
Por:Adely Prado Yturri
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